Josefa Villaroel asumió en enero como directora ejecutiva de G100. Desde ahí, considera necesario comenzar a eliminar los sesgos de género en el ecosistema de emprendimiento.

Conectar y vincular a los socios empresarios con el ecosistema de emprendimiento para acompañarlo en su crecimiento. Ese es el objetivo que se impulso la nueva directora ejecutiva de G100, Josefa Villaroel, la tercera mujer que asume ese puesto en la Institución que nació hace cinco años para apoyar a los emprendedores nacionales.

La ejecutiva, quien es administradora pública y magister en Gerencia y Políticas Públicas, explica que la entidad tiene una comunidad de cerca de 700 emprendedores ‘y parte de mi tarea será que ellos se movilicen y se consoliden como empresas. Es decir, de microempresas a pequeñas y de pequeñas a medianas y así’. A la vez, explica que con esta misión no solo se busca impactar en las ventas, sino también a sus entornos, familias y a las comunidades donde están insertos.

Josefa Villarroel puntualiza que en el país existe apoyo a las ideas, pero falta ayuda en la etapa en que esos emprendimientos tienen que vincularse a diferentes entidades, como la Inspección del Trabajo o el Servicio de Impuestos Internos y hacer trámites como la obtención de resoluciones sanitarias, entre otros. ‘Estos se asemejan a las primeras generaciones de profesionales de las familias, que se enfrentan a la carencia de redes. Tienen el talento, pero les faltan los elementos para formar una mirada empresarial’, compara.

Acerca de las dificultades que tienen las mujeres emprendedoras, la ejecutiva destaca que emprender ya es una tarea difícil, debido a que hay que abordar temas de financiamiento, tener los conocimientos necesarios y enfrentar barreras geográficas y también de infraestructura, dado que en algunas zonas del país aún carecen de buena conectividad. ‘Para muchas mujeres es aún más complicado, porque es más difícil acceder a créditos y financiamientos. Aparte de ello, se enfrentan a dobles funciones, como madres y cuidadoras’, hace notar. Aun así, puntualiza que ellas tienen mucha capacidad de trabajar con equipos multidisciplinarios, son resilientes y tienen mucha visión para el desarrollo de nuevos mercados, junto a la capacidad de generar redes. ‘Además, poseen una mirada más amplia que considera más factores como el medio ambiente y las comunidades’, afirma.

De todas maneras, considera necesario comenzar a eliminar los sesgos de género y evitar nombrar a los emprendimientos liderados por mujeres como ’emprendimientos femeninos’, ya que ese concepto se asocia más bien a una iniciativa de subsistencia. ‘Un emprendimiento liderado por una mujer, en cambio, apunta a que una lo encabeza, lo lidera, toma decisiones y contrata personas si lo requiere’, concluye.

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