El último semestre la actividad económica creció un 0,6%, lo que es una excelente noticia para el país dentro de un año de mucha incertidumbre. Sin embargo, detrás de la cifra se sigue escondiendo nuestra profunda dependencia de la minería, cuya producción creció 4,6% versus la ligera contracción de 0,1% que sufrió el resto de la economía. Quizás, un recordatorio amigable de cuán necesario es que comencemos a potenciar alternativas productivas para el país que, gradualmente, vayan diversificando nuestra canasta exportadora centrada en commodities -tan sujetos a los ciclos económicosy potencien la generación del deseado valor agregado. En eso, el mundo del emprendimiento y el ecosistema start-up local tiene mucho que aportar.

 

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